poema enviado por Gonzalo Ramos Aranda
Les comparto mi poema, inspirado a fin de . . .
QUE NO SE PIERDA UN IDIOMA, QUE NO SE EXTINGA UNA LENGUA
Que no se pierda un idioma,
porque la ignorancia asoma,
que no se extinga una lengua,
porque la cultura mengua.
Idioma es inteligencia,
lo que hace la diferencia,
comunicación humana,
que a las regiones hermana.
Lenguaje igual a intelecto,
propio del ser más correcto,
idiosincrasia de un pueblo,
producto de su cerebro.
El habla es el fundamento,
comprensión y entendimiento,
de una raza, . . . su conciencia,
distinción y pertenencia.
Lingüístico es el problema
que se aborda en el poema,
¡globalización avanza,
como fiera, cruel, a ultranza!
Extinguiendo tradiciones
de la gente, . . . sus pasiones,
acabando con la historia
de las naciones, . . . su gloria.
¡Un no a la modernidad!,
a aquella que, sin piedad,
se cierne sobre el pasado
que, en el bien, se ha cimentado.
Si se abandona un idioma,
el daño se vuelve axioma,
si hay olvido de una lengua,
oscurantismo sin tregua.
Triste adiós a las raíces,
en el alma cicatrices,
despido a la identidad,
¡por Dios, que barbaridad!
¿Que decir de los dialectos,
de los viejos . . . predilectos?,
su desuso cruel presagio:
“de la costumbre . . . naufragio”.
Hay que preservar lo nuestro,
como dijera el maestro,
y enseñarle a juventudes,
de un idioma, . . . las virtudes.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 19 de julio del 2013
Dedicado a mis ahijados, Licenciados en Educación Intercultural Bilingüe (Purépecha-Español*Español-Purépecha), CC. Dulce de la Cruz Séptimo y Andrés López Juan.
Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14
QUE NO SE PIERDA UN IDIOMA, QUE NO SE EXTINGA UNA LENGUA
Que no se pierda un idioma,
porque la ignorancia asoma,
que no se extinga una lengua,
porque la cultura mengua.
Idioma es inteligencia,
lo que hace la diferencia,
comunicación humana,
que a las regiones hermana.
Lenguaje igual a intelecto,
propio del ser más correcto,
idiosincrasia de un pueblo,
producto de su cerebro.
El habla es el fundamento,
comprensión y entendimiento,
de una raza, . . . su conciencia,
distinción y pertenencia.
Lingüístico es el problema
que se aborda en el poema,
¡globalización avanza,
como fiera, cruel, a ultranza!
Extinguiendo tradiciones
de la gente, . . . sus pasiones,
acabando con la historia
de las naciones, . . . su gloria.
¡Un no a la modernidad!,
a aquella que, sin piedad,
se cierne sobre el pasado
que, en el bien, se ha cimentado.
Si se abandona un idioma,
el daño se vuelve axioma,
si hay olvido de una lengua,
oscurantismo sin tregua.
Triste adiós a las raíces,
en el alma cicatrices,
despido a la identidad,
¡por Dios, que barbaridad!
¿Que decir de los dialectos,
de los viejos . . . predilectos?,
su desuso cruel presagio:
“de la costumbre . . . naufragio”.
Hay que preservar lo nuestro,
como dijera el maestro,
y enseñarle a juventudes,
de un idioma, . . . las virtudes.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 19 de julio del 2013
Dedicado a mis ahijados, Licenciados en Educación Intercultural Bilingüe (Purépecha-Español*Español-Purépecha), CC. Dulce de la Cruz Séptimo y Andrés López Juan.
Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14
Se puede traducir a un idioma indígena
ResponderEliminar