jueves, 10 de enero de 2013

Unesco reconoce a Centro de las Artes Indígenas

Agradecemos al Mtro .José  Francisco Lara Torres , Director de Diseño y Apoyo a Innovaciones Educativas  de la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingue de la SEP., el envío vía correo electrónico de esta nota informativa.

El organismo veracruzano se incluyó en la lista de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial por su labor en la trasmisión de las tradiciones del pueblo totonaca



Por sus acciones a favor de la trasmisión de las tradiciones del pueblo totonaca, el esquema del Centro de las Artes Indígenas (CAI) de Veracruz ha sido incluido en el Registro de las Mejores Prácticas para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

De acuerdo con Francisco López Morales, director de Patrimonio Mundial del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), esta inscripción "penetra en el fondo de lo que tiene que verse como nuevas políticas de salvaguardia de un patrimonio que es común a todos los mexicanos".

Este reconocimiento está vinculado con la inclusión, en 2009, de la Ceremonia Ritual de Los Voladores en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por lo que "sólo refrenda una visión del patrimonio cultural en su conjunto", anotó López Morales.

El CAI, que reproduce un poblado tradicional totonaca o "cachiquín", fue inaugurado el 12 de octubre de 2007, en el Parque Takilhsukut, aledaño a la Zona Arqueológica de El Tajín, bajo el auspicio del Festival Cumbre Tajín.

Su objetivo es desarrollar acciones encaminadas a preservar la sabiduría de los ancianos de la comunidad totonaca, luego de que éstos mostraron su preocupación ante el riesgo de la pérdida de sus tradiciones, informó el INAH en un comunicado.

Organizado en 16 casas-escuela, en el CAI se enseñan las distintas artes totonacas, como son la "palabra generosa" (idioma), poesía y narración oral, alfarería, textiles, pintura, arte de la curación, danza, música, teatro y cocina tradicional, entre otras.

A decir de Francisco Acosta Báez, director fundador del CAI, la escuela principal es la Casa de los Abuelos (Kantiya´n), lugar donde el Consejo de los 12 abuelos y abuelas del Totonacapan (Napuxkún Lakgkgolon) toma las decisiones para guiar a las nuevas generaciones de creadores indígenas.

La Casa de la Palabra Florida (Pumastakayawantachiwi´n) es el espacio para aprender el idioma totonaco, porque "toda una generación dejó de enseñar su lengua a sus hijos", así como el arte de "las palabras que se dirigen a las deidades o dueños de las cosas".

En el CAI también se enseña música, teatro y danza tradicional, puntualizó su director fundador, al explicar que una de las primeras casas-escuela fue la Escuela de los Niños Voladores, destinada a formar a las nuevas generaciones en esta ceremonia ritual.

Tal experiencia ya ha rendido frutos, pues actualmente "ya tenemos cinco escuelas para niños voladores subsidiadas por el CAI", comentó.

Además de la danza ritual del volador, en la Escuela de Danzas Tradicionales (Pulakgta´wakga) se enseña a bailar y tocar guaguas (quetzalines) y negritos.

Acosta Báez indicó que antes del CAI, en la región ya existía una larga tradición de hacer teatro y funcionaba la banda de Música Tajín, por lo que el centro apoya a la comunidad en las partes más débiles, a través de talleres de escenografía o vestuario.

Para los totonacas es determinante el vínculo con la naturaleza, sostuvo Acosta Báez, tras subrayar que por ello el Consejo de los Abuelos concibe "el desarrollo de manera propia, la relación con la tierra y el agua, la salud, las plantas y los árboles, el comercio y el mercado".

Otro ejemplo del rescate y fortalecimiento de las tradiciones, dijo, es la Casa del Arte de Sanar (Puma'akgsanin), donde se estudia la herbolaria, además de técnicas de las parteras, sobadores y temazcaleros.

A su vez, en la Casa del Mundo del Algodón (Pulhta´wan) no sólo se hacen textiles en telar de cintura, sino que "se ha recuperado la relación ancestral con la planta nativa de algodón".

El CAI cuenta también con la Casa de la Alfarería (Pulhta´man), donde se trabaja la cerámica ritual y cotidiana, pero también la de innovación por medio de un taller con la Escuela de Cerámica de Valle de Bravo.

Asimismo, están las Casas de las Pinturas (Puma´nin); de la Cocina Tradicional (Pulakgkaxtlawakantawa´) y la de Turismo Comunitario (Pulakgatayan), que promueve un modelo regional propio de hacer turismo, respetuoso de la tradición y el ambiente.

Dada la gran exposición mediática que ha tenido el pueblo totonaca durante la Cumbre Tajín, la comunidad solicitó la creación de la Casa de Medios de Comunicación y Difusión (Pumakgpuntumintakatsi´n), donde el cineasta Ricardo Benet ha impartido talleres de guión y cortometraje.

Es de mencionar que algunos videos producidos ya han obtenido premios en festivales nacionales y extranjeros, mientras que la Radio Tajín (Pumakgpuntumintachiwi´n) transmite por Internet.

Sobre las formas de sostenimiento del CAI, explicó que el Centro recibe el 70 por ciento de la taquilla del Festival Cumbre Tajín, lo que le permite tener "una base mínima de recursos para poder operar y remunerar a sus maestros, algunas veces con transporte, alojamiento y alimentación, pues viven en comunidades distantes".

Asimismo, ha recibido apoyos económicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Veracruzana y del Instituto Smithsoniano, de Estados Unidos.

Puedes consultar este artculo en el siguiente url: http://www.eluniversal.com.mx/notas/894531.html
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