• Apoya, de manera decidida, la elaboración de pruebas para el ingreso de maestros bilingües, en el marco de la Reforma Educativa
• 64 variantes lingüísticas, con alto riesgo de desaparecer
• 64 variantes lingüísticas, con alto riesgo de desaparecer
México, DF, 14 de junio de 2015.- La tarea del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) va más allá de la atención a las 68 lenguas nacionales y las 364 variantes lingüísticas, y por los marcos jurídicos de avanzada que ha impulsado, su labor es reconocida en países de Latinoamérica, donde ya se pide asesoría al organismo dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), informa su director general, Javier López Sánchez Y de manera decidida, apoya las tareas emprendidas en el marco de la Reforma Educativa, con la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente, en el diseño de las pruebas para el ingreso de docentes a la educación indígena, con el fin de que quienes impartan clases a este sector hablen sus lenguas y no se continúe castellanizándolos. “Damos nuestro punto de vista y nuestras propuestas de cómo debe ser una evaluación pertinente, cultural y lingüísticamente; cómo deben evaluarse a los maestros, y que demuestren, realmente, competencias en la lengua y la cultura”, precisa.
Originario de la comunidad chiapaneca de Mesbilja, está orgulloso de que a México se le reconozca como un país pluricultural y plurilingüe, pero sobre todo como asistente de sus pueblos originarios. Pero particularmente porque ya hay una ley de derechos lingüísticos donde le da la misma validez jurídica al español y a todas las lenguas indígenas; sobre todo porque hay 64 variantes lingüísticas que tienen un alto riesgo de desaparecer.
Asesoría nacional e internacional
López Sánchez es maya tseltal. Hijo de un maestro rural, comenzó a aprender el español hasta los siete años. Tras concluir la secundaria, emigró a San Cristóbal de las Casas para estudiar la preparatoria y, posteriormente, la carrera de Agronomía. Hoy es especialista en educación, derechos lingüísticos, derechos de los pueblos indígenas. Afirma que el INALI ha sido invitado ya por Perú, Paraguay, Bolivia y Colombia para asesorarlos, por las líneas de política pública que se están impulsando. En este sentido, refiere que derivado del Plan Nacional de Desarrollo, el INALI da sugerencias para el diseño del currículum nacional, materiales educativos y estrategias de formación docente para la atención de la diversidad lingüística; así como para el ingreso docente, y evaluación a los maestros indígenas, con lo que llama “pertenencia cultural y lingüística”. Además, abunda López Sánchez, se trabaja transversalmente con todas las instituciones públicas a niveles federal, estatal y municipal, principalmente en los ámbitos de salud y justicia, ya que hay unos 8 mil indígenas presos, de los cuales 60 por ciento no habla español. Otras tareas no menos importantes son la traducción de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos a las 68 lenguas, que ya se ha concretado en 31, y la normalización de la escritura de las lenguas indígenas. Por un lado, esta normalización se enfoca a que se tenga una norma de escritura, y los maestros sepan enseñar a leer y escribir a los niños indígenas, y por el otro, hacer normal la presencia de las lenguas indígenas en la vida social; es decir, que no se vea como algo fuera de lo común, sino que se vuelva normal en la vida cotidiana el escuchar la lengua indígena. “Hasta antes del INALI, no había normas de escritura; cada quien escribía como podía, pero ahora tenemos, estamos construyendo, las normas de escritura”, indica el director general del organismo. Pero estas normas no se deciden de manera vertical. Al contrario. El INALI crea condiciones e invita a indígenas y expertos quienes discuten el tema, y los acuerdos los toman las comunidades. Adicionalmente se trabaja en las gramáticas didácticas y vocabularios básicos en lenguas indígenas, así como especializados en justicia y salud, así como en materiales de tipo científico, en los que queden plasmados los saberes indígenas, y narraciones y material didáctico.Más de un millón de mexicanos, sólo hablan su lengua indígena El director general del INALI refiere que más de un millón de personas no hablan más que su lengua indígena; es decir, no hablan español, y de ellos, cerca de 800 mil son mujeres. Por ello, destaca la necesidad de hacer una política intercultural de lenguaje, para generar condiciones de política pública, a favor de las lenguas indígenas. Y precisa: La enseñanza de las lenguas indígenas en el sistema educativo nacional, equidad en los medios de comunicación, y la formación de intérpretes y traductores para el ámbito de justicia. También, y no menos importante es revitalizar las lenguas que se encuentran en algo riesgo de desaparición.
López Sánchez alerta que hay 64 variantes lingüísticas, de un total de 364, que están en alto riesgo; es decir, tienen menos de 100 hablantes. El más significativo es Kiliwa, que sólo tiene cuatro hablantes, que contrasta con el náhuatl, que tiene más de 1 millón 500 hablantes; maya, con más de 800 mil, y tseltal, tsotsil, zapoteca y mixteca, con unos 400 mil hablantes cada una
Originario de la comunidad chiapaneca de Mesbilja, está orgulloso de que a México se le reconozca como un país pluricultural y plurilingüe, pero sobre todo como asistente de sus pueblos originarios. Pero particularmente porque ya hay una ley de derechos lingüísticos donde le da la misma validez jurídica al español y a todas las lenguas indígenas; sobre todo porque hay 64 variantes lingüísticas que tienen un alto riesgo de desaparecer.
Asesoría nacional e internacional
López Sánchez es maya tseltal. Hijo de un maestro rural, comenzó a aprender el español hasta los siete años. Tras concluir la secundaria, emigró a San Cristóbal de las Casas para estudiar la preparatoria y, posteriormente, la carrera de Agronomía. Hoy es especialista en educación, derechos lingüísticos, derechos de los pueblos indígenas. Afirma que el INALI ha sido invitado ya por Perú, Paraguay, Bolivia y Colombia para asesorarlos, por las líneas de política pública que se están impulsando. En este sentido, refiere que derivado del Plan Nacional de Desarrollo, el INALI da sugerencias para el diseño del currículum nacional, materiales educativos y estrategias de formación docente para la atención de la diversidad lingüística; así como para el ingreso docente, y evaluación a los maestros indígenas, con lo que llama “pertenencia cultural y lingüística”. Además, abunda López Sánchez, se trabaja transversalmente con todas las instituciones públicas a niveles federal, estatal y municipal, principalmente en los ámbitos de salud y justicia, ya que hay unos 8 mil indígenas presos, de los cuales 60 por ciento no habla español. Otras tareas no menos importantes son la traducción de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos a las 68 lenguas, que ya se ha concretado en 31, y la normalización de la escritura de las lenguas indígenas. Por un lado, esta normalización se enfoca a que se tenga una norma de escritura, y los maestros sepan enseñar a leer y escribir a los niños indígenas, y por el otro, hacer normal la presencia de las lenguas indígenas en la vida social; es decir, que no se vea como algo fuera de lo común, sino que se vuelva normal en la vida cotidiana el escuchar la lengua indígena. “Hasta antes del INALI, no había normas de escritura; cada quien escribía como podía, pero ahora tenemos, estamos construyendo, las normas de escritura”, indica el director general del organismo. Pero estas normas no se deciden de manera vertical. Al contrario. El INALI crea condiciones e invita a indígenas y expertos quienes discuten el tema, y los acuerdos los toman las comunidades. Adicionalmente se trabaja en las gramáticas didácticas y vocabularios básicos en lenguas indígenas, así como especializados en justicia y salud, así como en materiales de tipo científico, en los que queden plasmados los saberes indígenas, y narraciones y material didáctico.Más de un millón de mexicanos, sólo hablan su lengua indígena El director general del INALI refiere que más de un millón de personas no hablan más que su lengua indígena; es decir, no hablan español, y de ellos, cerca de 800 mil son mujeres. Por ello, destaca la necesidad de hacer una política intercultural de lenguaje, para generar condiciones de política pública, a favor de las lenguas indígenas. Y precisa: La enseñanza de las lenguas indígenas en el sistema educativo nacional, equidad en los medios de comunicación, y la formación de intérpretes y traductores para el ámbito de justicia. También, y no menos importante es revitalizar las lenguas que se encuentran en algo riesgo de desaparición.
López Sánchez alerta que hay 64 variantes lingüísticas, de un total de 364, que están en alto riesgo; es decir, tienen menos de 100 hablantes. El más significativo es Kiliwa, que sólo tiene cuatro hablantes, que contrasta con el náhuatl, que tiene más de 1 millón 500 hablantes; maya, con más de 800 mil, y tseltal, tsotsil, zapoteca y mixteca, con unos 400 mil hablantes cada una
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